Capaz este tema para algunos sea un poco delicado, capaz para otros sea un tema absurdo. Quise escribirlo, puesto que quiero compartir una anécdota que me sucedió hace unos días.
Fuente de imagen: Lago Merín.
Aprovechando que estamos en fechas, donde veo a mucha gente con hábito por las calles en el centro de Lima, se me plantearon muchas interrogantes, así mismo, se dio la oportunidad de hablar con algunos creyentes…
Bueno, entre todas las conversaciones, hablaré de una en particular, era en la iglesia de La Merced, con dos jóvenes de aproximadamente 25 años… muy creyentes de Dios, y mientras íbamos dialogando, entre palabra y palabra, uno de ellos me dijo algo que TÚ también escuchaste en algún momento: <<… Ojala esto me funcione. Pero si no me funciona, es porque Dios no quiso>>. Un conjunto de expresiones que capaz escuchaste.
En ese momento reflexioné sobre lo que dijo y me di cuenta que muchas personas se refugian en… ¡pasará!, si es que Dios quiere que pase; yo triunfaré, si Dios lo permite; es que Dios no quiso, por eso estoy así.
Dicen por ahí que Dios quiere lo mejor para uno, así que él no quiere tanta resignación y tanto lamento. Él quiere mejores actitudes de tu parte.
En mi opinión, Dios lo que quiere de ti es exigencia, determinación y actitud. Él lo que quiere es que con todo lo que te ha dado, TÚ progreses, así de simple.
No solo es rezar. Sino que hay otros factores para que TÚ logres tus objetivos y seas grande. La frase de Abraham Lincoln dice mucho sobre lo escrito: <<Las cosas buenas les pasa a aquellos que esperan, pero, solo las cosas que dejan atrás, por aquellas que van por ellas>>.
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