sábado, 20 de enero de 2018

E-S-C-U-C-H-A-R

¡Triunfadores! ¿Sabemos escuchar?



Para relacionarnos de manera efectiva con un  cónyuge, hijos, amigos o compañeros de estudio o trabajo, debemos aprender a escuchar. ¡Esto requiere de fuerza emocional!

Stephen Covey, el autor del libro “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”… nos dice que el escuchar requiere tener cualidades de carácter altamente desarrolladas, tales como la paciencia, estar abiertos y desear comprender a la otra persona.

Atribuyamos al acto de escuchar como un acto de aprendizaje, respeto mutuo, generosidad y empatía hacia las personas que hablan con nosotros.
Ahora, ¿cómo relacionarnos mejor a través de la escucha?

Escuchar no es solo usar los oídos, sino, es interpretar el lenguaje corporal que refuerza las ideas de la persona que nos habla.

Tratemos en lo más posible no perder el contacto visual y evitemos la distracción de cualquiera de nuestros sentidos. Repitamos en nuestra mente algunas de las frases que escuchamos y así podemos afianzar las mejores.

El instrumento esencial para escuchar y por supuesto para aprender es ¡preguntar! Cuando sentimos curiosidad por alguien o por algo, ¡preguntemos! Te recuerdo una vez más que mientras escuchamos, obtenemos conocimiento, evolucionamos y crecemos como seres humanos. Para lograrlo, debemos aprender a preguntar de manera razonable, a responder serenamente cuando sea necesario y callar cuando no tengamos nada que decir.

Ten muy en cuenta, que el secreto del buen hablar es saber escuchar.

Y como dijo Wiston Churchill: Se requiere coraje para levantarse y hablar; también se requiere coraje para sentarse y escuchar.

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